No como todos los gays, pero sí como uno que aprecia la cinematografía del mismo género, me encanta en mi tiempo libre buscar y ver películas sobre historias gays; de amor, de aceptación, pero sobretodo, y específicamente aquellas que tienen esa fiel intención de dejarte el mensaje más humano posible con respecto a que ser un(a) joven gay/lesbiana te hace exactamente igual a cualquier otro ser humano con el que seguramente convives cada día.
"El Club de Geografía" en lo que a mi concierne, es una película dedicada a jóvenes (hecha por jóvenes) que tiene un mensaje fresco y bien claro acerca de que ser gay está bien y, aunque tengas miedo de lo que otros puedan decir/pensar/hacer, siempre debe prevalecer el coraje y el valor de tu vida por encima de cualquier otra cosa. A eso yo lo llamo "ser feliz", alguien que como yo esté orgulloso de ser lo que lo hace feliz sin mirar a los lados, tiene mi respeto.
Si se preguntan por qué hago énfasis en los jóvenes gays y no hacia toda la comunidad, es porque para mí tiene demasiada importancia ofrecer un apoyo a ellos que son los más rechazados y lamentablemente afectados psicológicamente. Siento que mi historia me permite ser una voz por aquellos que por miles de razones no se atreven a decir o hacer lo que verdaderamente le dicta su corazón. El bullying es el arma mortal y a lo que más temen los jóvenes gays.
Precisamente por saber exactamente lo que se siente ser un marginado en el colegio, y ser rechazado hasta el punto en que pierdes el sentido de tu vida, es que es tan importante luchar por los derechos que nos pertenecen, y ser un apoyo incondicional para quienes sufren diariamente el desprecio, la burla, los insultos y hasta los golpes de quienes creen tener la certeza de lo que es correcto o no dentro y fuera de la sociedad.
Absolutamente nadie tiene la potestad de infringir cualquier daño a otro ser humano solamente por tener una preferencia distinta a la de ellos y, sí, quizás esto que digo es un cliché, pero ES LA VERDAD, y nadie realmente lo ha terminado de tomar en serio. No muchos se detienen a pensar que todos por igual sentimos, lloramos, reímos, queremos y, es total y ridículamente injusto que un(a) chico(a) deba pasar por alguna situación tan despreciable. Debemos llegar a educar a otros porque en la medida que exista el respeto, admiración y la tolerancia, seremos una sociedad bastante digna y ejemplar para otros.
Sé que con mi intención no cambiaré al mundo, pero sí deseo muchísimo ser parte de historias con finales felices. Estaré siempre dispuesto a ayudar y ser una voz para quienes no han sido capaces de enfrentar su vida; una que creen perdida.
Les dejo acá el link de la película para que vean de lo que estoy hablando y (ojalá) tengan un nuevo tema de conversación.